Visitando Estados Unidos
Hay varias cosas básicas que creo que todos conocemos de Estados Unidos o por lo menos nos las imaginamos, como que su moneda son los dólares, que casi todas las construcciones son de “cartón-piedra” o que conducen mayoritariamente coches automáticos. Pero a pesar de ser un país que tenemos constantemente presente, por la televisión o las modas que vienen de allí, hay muchas otras cosas que yo por lo menos desconocía totalmente y que me llamaron la atención cuando visité el país por primera vez.
1. Lo primero que me sorprendió y que de primeras me hizo pensar que me estaban timando, es que los precios son sin IVA, cuando vas a comprar algo, ya sea a un supermercado, a cualquier tienda o a reservar un hotel, los precios que te muestran son sin IVA, y una vez vas a pagar te lo suman y te cobran el precio total. La primera vez me pilló completamente por sorpresa, llevaba en la mano el dinero justo que había visto en la etiqueta y al llegar a la caja y decirme el precio pensé que se habían equivocado, pero no, el IVA por lo visto va aparte.
2. Otra cosa llamativa son las bebidas en los restaurantes, sin decir ni pedir nada, te sirven directamente agua gratis, luego ya cada uno se pide la bebida que quiera aparte y normalmente te las sirven directamente en vaso, es decir, si pides una cocacola te van a servir un vaso con cocacola, no una botellita como estamos acostumbrados en España. También me pareció diferente que algunos locales tienen una mesa donde puedes ir a pagar sin tener que hacerlo al camarero.
3. Y siguiendo con el tema comida, Estados Unidos es el país de la comida rápida pero también de la preparada, las cadenas de supermercados suelen tener siempre una zona de comida ya hecha para llevar (de todo: sopas, ensaladas, patatas fritas, etc), lo pagas al peso y listo. La verdad es que es muy útil cuando estás por allí de turista, pero no me veo yendo a por la comida hecha todos los días al súper, cosa que creo que muchos sí que hacen.
4. También es sabido que los cafés en USA son negros y aguados, y sí, así son, de hecho en los hoteles normales suele ser el tipo de café que te ofrecen, hasta aquí vale, más o menos lo imaginaba, pero lo que me sorprendió y no me gustó nada, es que en vez de haber mini envases de leche evaporada para agregar al café, había leche en polvo (en bote grande para compartir o en sobre como el azúcar). Esto era así en los hoteles (tanto en el desayuno como en las cafeteras de las habitaciones), sin embargo en los bares no, así que más de una vez me vi obligada a llevarme de algún restaurante la leche evaporada para poder beber después el café del hotel.
5. Otra cosa que nos costó un ratito al principio entender fue cómo se usaban las gasolineras, estamos acostumbrados a ir al surtidor, escoger el tipo, echar y después ir a pagar, pero en nuestra primera visita a una gasolinera de USA nos quedamos mirando al surtidor y dándole vueltas porque no había manera de que funcionara, ni con tarjeta, ni en efectivo. Pues resulta que tienes que ir primero a pagar, pero claro, ¿y si quieres llenar el tanque? normalmente no sabes cuánto te va a costar, pero da igual, pagas la cantidad que quieras y si al final has gastado menos pues vuelves a entrar a que te devuelvan la diferencia.
6. Lo que sí sabía es que los Starbucks son una cadena americana, pero no me imaginaba que estuvieran en cada esquina ni que fueran tan baratos. Estaba acostumbrada a la exclusividad de los Starbucks de Europa, donde sólo los hay en algunas ciudades y sus precios son exagerados, sin embargo en USA son como los McDonalds, están por todas partes (por cierto, exactamente igual que los Subway) y a pesar de tener menos gracia estéticamente que los europeos, están siempre llenos. Y hablando de McDonalds, en mi ciudad estoy acostumbrada a que casi todos tengan McCafé, pero en Estados Unidos fui incapaz de encontrar uno con esa zona, creo que sí que existe McCafé allí, pero yo no los encontré por ningún lado, así que me habitué a beber cafés helados gigantes pero super baratos de la sección normal del McDonalds.
7. Y por último más bien un detalle que otra cosa, nos fue muy muy fácil encontrar siempre un baño gratuito al que ir, en cualquier supermercado, en las playas, tiendas, etc., siempre había un baño al que poder ir y sin pagar. En Alemania donde ahora mismo vivo es todo lo contrario, apenas existen los baños gratuitos, casi ni en los centros comerciales, y en la mayoría de los sitios, incluido restaurantes, suele haber una persona a la entrada a la que hay que pagar la voluntad, hasta en las gasolineras de las autopistas hay máquinas para pagar si quieres pasar al baño.
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